Valentin Rosales Castro

 En mi vida siempre me felicitaron por mi talento artístico, pero nunca confiaron en que pudiese vivir de ello.  
"Te vas a cagar de hambre"
Mi entorno me había dejado claro que ser artista no era posible, y yo me había rendido sin haberlo intentado. 
"Los ingenieros son unos bochos y ganan fortuna", decía mi papá. "¿Porque no sos arquitecto ya que te gusta dibujar?" Preguntaba mi maestra. "Yo creo que deberías ser tatuador, cobran muy caro", decía mi profesor de plástica.

Todos daban respuestas que ya me había cansado de escuchar. Todo giraba entorno al dinero. Y me contagiaron. Yo habia descartado completamente cumplir mi sueño de ser artista.

A los meses dejé todo lo que me hacía feliz para seguir sueños que no eran míos, estaba desesperado buscando carreras con salida. Inversiones, ingenierías, arquitectura. Solo pensaba en que era lo que más plata me pudiera dar.
"Voy a hacerme rico", pensé. Aunque yo no quería aceptar era que eso no iba a ser posible.
No iba a ser posible haciendo algo que odio. Odio los números, no me gusta la perfección, detesto la idea de estudiar una carrera, y por sobre todas las cosas, odio que me digan que hacer.

Ese mismo día en la barbería me fui con ganas de ser artista. Más que nunca.

Hoy ese mismo tipo de la barbería me consulto por mis cuadros. Soy Valentin Rosales, artista plástico.